Recuerdo la primera vez que me encontré con una pregunta en el idioma que yo llamo “Ballistic Klingon”. Fue mientras asistía a una reunión con el presidente y propietario de una empresa de blindaje en América del Sur para hablar de un próximo proyecto. Como siempre estábamos tratando de definir los parámetros de protección para los vehículos cuando le pregunté algo sencillo, ¿qué norma necesitamos para cumplir con el requisito del cliente? El presidente y propietario de esta empresa, que tiene más de 20 años en la industria, dijo “queremos cumplir NIJ0108.01, Nivel IIIA”. Así que con el fin de confirmar su definición de este requisito yo respondí, ¿estamos hablando de municiones .44Mag y 9mm según lo define la norma? En ese momento el comento, “no, es sólo para 9mm”. Nos tomó bastante aclarar la situación, y al final se reducía a un solo elemento, en su país no se puede encontrar munición .44Mag debido a los controles gubernamentales.

En ese momento me di cuenta que la definición de la amenaza a nuestros clientes va más allá de las normas balísticas internacionales y requiere una definición específica del tipo de munición de la cual tenemos que proteger a nuestros clientes. Incluso cuando hablamos de munición tenemos que definir las características únicas pertinentes al proyectil. Cuando se habla de municiones como la 7.62×39, utilizada comúnmente con el AK-47 el arma más común a nivel mundial, nos encontramos con múltiples variantes. La munición 7.62 × 39mm está disponible en “Full Metal Jacket” (FMJ), “Soft Point” (SP) y “Hollow Point” (HP). Además también se pueden encontrar en un leve oferta núcleo de acero o núcleo endurecido penetrante.

En resumen, cuando viajo y visito clientes, llevo un resumen de las normas internacionales, o lo que yo llamo mi diccionario de “Ballistic Klingon”, para asegurarme de que puedo llegar a una clara comprensión con mis clientes acerca de la amenaza que enfrentamos en cada caso concreto. Una vez que hemos determinado la munición específica, ponemos a prueba nuestros materiales balísticos bajo la norma internacional según es requerido por el cliente o país. Cada solución o material que ofrecemos es examinado y certificado por un laboratorio balístico independiente. Sin una definición clara y detallada de la amenaza sólo podemos tratar de entender el idioma “Ballistic Klingon”, en detrimento de una comprensión completa de la amenaza balística y solución a proveer.

ARMATofrece sobre 20 años de conocimiento en blindaje a nuestros valiosos clientes. Este conocimiento viene de la combinación de nuestro equipo de trabajo y la experiencia técnica de nuestros fundadores en operaciones de combate y blindaje.